PEDRO ROVERE

Cómo cuidar la piel de tu cara: técnicas combinadas para un rejuvenecimiento integral


por Pedro Rovere, médico dermatólogo

 

ROVERE

Existen diversos tratamientos y tecnologías para mejorar y rejuvenecer la piel de la cara. Muchas de estas técnicas, pueden extenderse también a la piel del cuello, el escote y el dorso de las manos.

 


A partir de los 30 años de edad, y a medida que avanza el tiempo, son varias las señales de envejecimiento que advertimos en nuestra piel: daño por exposición solar, aparición de manchas, flaccidez, profundización de los surcos, arrugas de expresión, poros dilatados, disminución del tono muscular, cambios en la arcada dentaria que se traducen en caída de la estructura peribucal, entre otros.

Estos cambios en la piel aparecen más tempranamente en las mujeres. En tanto, en la piel de los hombres las señales de envejecimiento toman un par de años más en aparecer, pero cuando lo hacen, es de forma más acelerada.

Para conseguir el rejuvenecimiento facial, el primer paso consiste en mejorar la superficie de la piel. Eliminar o atenuar las manchas -marrones o rojas-, emparejar el tono de la piel, cerrar los poros, devolver el brillo, la tersura y conseguir una piel más fresca y saludable.

Para ello, la propuesta es actuar secuencialmente en distintos niveles para conseguir un rejuvenecimiento facial integral.

Si la piel se ve opaca y con la zona de las ojeras marcadas, es recomendable realizar una dermoabrasión profunda con puntas de diamante y combinarla con un peeling, según el tipo de piel. Este tratamiento se lleva a cabo en la misma sesión. Uno de los peelings más nobles, que ofrece buenos resultados y sin efectos indeseables, es el de ácido glicólico al 30 ó 50%, según la calidad y grosor de la piel. El ácido glicólico favorece la descamación de las capas más superficiales de la piel e hidrata muy eficazmente las capas de la dermis, dando un aspecto más hidratado, suave y fresco. En nuestro consultorio, siempre usamos productos importados, de alta calidad y que se potencian con un kit pre y postpeeling para dejar la piel en condiciones al momento de retornar a las actividades diarias. Este tratamiento se puede realizar con una frecuencia mensual o cada dos meses.

Para pieles en las cuales prevalecen las manchas causadas por el sol (no las manchas llamadas: melasma, que son de causa endógena u hormonal), signos de daño solar y enrojecimiento facial, se puede combinar en la misma sesión una dermoabrasión con luz pulsada intensa, utilizando filtros de distinta longitud de onda para obtener efectos en distintos cromóforos y estructuras y, así, disminuir el tono de las manchas marrones y tratar los signos de rosácea. Como efecto a tener en cuenta, la luz pulsada transmite parte de su energía al agua intercelular, estimulando la formación de colágeno nuevo y dando un brillo duradero y especial en la piel. Para conseguir los resultados beneficiosos de la luz pulsada para fotorrejuvenecimiento se propone realizar una sesión mensual por cuatro meses o cinco o seis sesiones bimensuales.

Cuando el problema son las manchas con cierta textura en la superficie de la piel, como las queratosis, los poros muy dilatados, las arrugas en la zona peribucal y periocular, la flaccidez marcada y un aspecto envejecido o engrosado de la piel, el tratamiento ideal es un resurfacing con láser fraccionado de CO2. Es un tratamiento bien tolerado pero tiene un tiempo de recuperación de 4 a 6 días. Los resultados son muy satisfactorios y produce un rejuvenecimiento de la piel muy evidente, que perdura en el tiempo, ya que estimula biológicamente la producción de colágeno en forma sostenida y progresiva por un período de 6 meses a un año. Este tratamiento se puede combinar con tratamientos de plasma rico en plaquetas, que es un método por el cual se aplican microinyecciones de los factores de crecimiento obtenidos del plasma del propio paciente, estimulando el colágeno, mejorando la calidad de la piel y reforzando los capilares. El láser de CO2 se puede realizar cada uno o dos años y el plasma rico en plaquetas cada 4 meses.

Para atenuar las arrugas de expresión proponemos la aplicación de toxina botulínica, combinándolo con el relleno superficial o profundo de ácido hialurónico de alta calidad con el fin de corregir y mejorar los surcos nasogenianos, las comisuras labiales caídas, la falta de volumen en los labios y la pérdida de volumen en los pómulos o el mentón.

Estas son algunas de las posibilidades con las que contamos hoy para ofrecer un rejuvenecimiento natural y satisfactorio de la piel, pero debemos aclarar que los tratamientos combinados no son para todos los casos, debiéndose evaluar cada paciente en particular para poder planificar lo mejor para ellos y obtener así los resultados buscados.

Estos tratamientos pueden realizarse tanto en mujeres como en varones, teniendo en cuenta las diferencias propias de cada sexo.