PEDRO ROVERE

Técnicas avanzadas con BoNTA


por Dr. Pedro Rovere, Médico Dermatólogo

 

ROVERE

Una expresión más joven y, a la vez, más fresca y relajada, es posible con los tratamientos avanzados con Toxina Botulínica Tipo A (BoNTA)

 


Estos tratamientos consisten en la inyección intramuscular de toxina botulínica en zonas estratégicas de la cara y el cuello que permiten el rejuvenecimiento facial mediante ligeras modificaciones en:

- Cola de las cejas
- Punta de la nariz
- Arruguitas bajo los ojos
- Comisuras de la boca
- Arrugas en labios superior e inferior: código de barras
- Poceado del mentón
- Bandas platismales del cuello y escote

El conjunto bien equilibrado de dichas intervenciones produce una mejoría importante en las arrugas de la cara y el cuello.

La Toxina Botulínica Tipo A (BoNTA) viene siendo utilizada con seguridad y eficacia desde principios de los años 80. Está indicada para el tratamiento de las arrugas faciales de expresión y se aplica directamente en el músculo responsable de la formación de la arruga, causando su relajación temporaria.

Los efectos iniciales se hacen visibles entre 48 y 72 horas después del tratamiento y los efectos máximos son alcanzados en aproximadamente una a dos semanas.

La duración total del tratamiento es de aproximadamente 4 a 6 meses, dependiendo del metabolismo de cada paciente, la técnica de aplicación y dosis.

Un mito respecto a los tratamientos con BoNTA es que, al irse su efecto la cara "se cae" y las arrugas quedan igual o peor que antes. Esto no solo no sucede sino que, al haber estado los músculos responsables de las arrugas relajados por 6 meses, luego de irse su efecto, la expresión queda mucho más relajada que al comienzo. Con la aplicaciones sucesivas, cada vez es mayor el tiempo de duración entre los tratamientos y se consiguen mejores resultados.

La toxina botulínica está indicada tanto en mujeres como en varones, difiriendo la dosis, los sitios de aplicación y el efecto que buscamos conseguir en cada caso en particular. La idea es conseguir una expresión fresca y relajada sin llegar a dosis que "paralice" demasiado.

Es aconsejable registrar en la historia clínica de cada paciente los puntos de aplicación y la dosis utilizada para poder repetir o mejorar el esquema de aplicación en la próxima visita.

Cabe destacar que la toxina botulínica debe ser aplicada por un profesional entrenado y capacitado para asegurar un buen resultado.