por Dra. Laura Visnivetski, Médica Especialista en Hemoterapia
El envejecimiento cutáneo se produce debido a una sumatoria de factores que culminan con la disminución de la síntesis de matriz intercelular, de la vascularización de la piel, con la atrofia o relajación muscular y con la disfunción de los anexos cutáneos.
Los factores de crecimiento derivados de las plaquetas son fracciones proteicas que estimulan en forma natural las funciones del fibroblasto, célula encargada de la síntesis del colágeno y de la elastina; facilitan la formación de nuevos vasos sanguíneos y regulan la división, la diferenciación y el metabolismo celular.
Durante el tratamiento con PRP, se aplica plasma del mismo paciente enriquecido en factores de crecimiento, mediante pequeñas punturas en la piel de la cara, cuello, escote y cuero cabelludo.
El objetivo que se busca al aplicar los factores de crecimiento es la inducción, mediante un mecanismo de bioestimulación, de la generación del colágeno y de la elastina determinantes de la mejoría y la calidad de la piel; restaurando su vitalidad, tono y tersura, e incrementando su lozanía y luminosidad.