por Paula Anganuzzi - Cosmiatra
Se trata de una preparación arcillosa proveniente de regiones montañosas de Italia adicionada con aceites de almendras, germen de trigo, alfahidroxiácidos, hamamelis, aceites esenciales de salvia, romero, menta y albahaca. Su efecto es depurador, regenera la epidermis, tiene efecto antioxidante y revitalizante. Deja el cutis suave y aterciopelado, ilumina, purifica y desintoxica la piel, descongestiona e hidrata.
Es aconsejable en pieles muy sensibles y reactivas. Se realizan cuatro sesiones semanales. En pieles con tendencia seborreica se puede combinar con una mousse de algas para lograr un efecto regulador del sebo, dejando la piel suave e hidratada y adicionando un efecto purificante.