por Dr. Pedro Rovere, médico dermatólogo
¿Por qué es tan efectivo el ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es un producto seguro y natural. Es una sustancia espesa, químicamente es un azúcar complejo o polisacárido que está presente en forma natural en el cuerpo humano dentro de las articulaciones, los huesos y la piel.
El compuesto que se utiliza en estética está producido en forma sintética (no se extrae de las personas o los animales) y no necesita pruebas de alergia.
Su principal característica es la de atraer grandes cantidades de agua y amoldarse bajo la piel, por lo que resulta un perfecto hidratante.
Dado que a diferencia de otros métodos, el ácido hialurónico no modifica el aspecto natural o los rasgos del rostro, ni necesita pruebas de alergia, es uno de las mejores tratamientos para rellenar surcos y arrugas o reponer volúmenes. Es una sustancia que no persiste en el tiempo en forma permanente, como los polímeros de silicona, con una duración promedio de uno a dos años.
Existe mucha confusión sobre el uso de ácido hialurónico en el rostro. Cuando usamos ácido hialurónico para rellenar surcos o algunas arrugas estamos hablando de implantes; esto es porque implantamos pequeñas cantidades de esa sustancia en las capas intermedias o profundas de la piel con el fin de rellenar líneas o espacios y así reponer lo que se ha perdido a través de los años.
De acuerdo al área a tratar, existen productos de distinta densidad y duración. Algunos están reticulados, formando una red o retícula a nivel molecular y permitiendo una mayor duración y mejor textura.
Con el ácido hialurónico para implantes podemos rellenar el surco nasogeniano, el borde de los labios, los labios (en casos de mucha pérdida de colágeno o afinamiento), las comisuras de los labios, las "líneas de marioneta" que se forman debajo de las comisuras de la boca. También, podemos rellenar algunas arrugas finas del entrecejo.
La zona peribucal, donde se forman las temidas líneas de “código de barras", se puede mejorar rellenando con ácido hialurónico de baja densidad y microcánula. La microcánula es una aguja muy delgada de punta roma que nos deja avanzar por debajo de la piel sin lastimar vasos sanguíneos y nos permite depositar pequeñas gotas del producto en zonas estratégicas.
Otro uso es para reponer volúmenes. Con el paso del tiempo se produce pérdida de la grasa subcutánea en algunas zonas, pérdida del tono y masa muscular y hasta reabsorción ósea, resultando en flaccidez, hundimiento de los pómulos y de las áreas a los costados del mentón. Esto se puede resolver o mejorar en muchos casos implantando ácido hialurónico en forma profunda. Esta técnica se llama bioplastía y se utiliza hialurónico de muy alta densidad y con una duración de hasta dos años. Se aplica con cánula y es un procedimiento mínimamente invasivo.
Existe, por último, ácidos hialurónicos de muy baja densidad para ser aplicados en forma muy superficial por medio de punturas con el fin de hidratar la piel y mejorar las arrugas finas (Skin Booster). Este procedimiento se aconseja para la zona de las mejillas y la zona periocular. Es un tratamiento que se realiza en 4 a 6 sesiones, con una frecuencia quincenal.
Con respecto al tipo de ácido hialurónico, debemos usar aquéllos de alta calidad para asegurar excelentes resultados.
Previamente es indispensable una consulta inicial para evaluar cada caso, planificar el tratamiento y, de ser necesario, combinarlo con otras técnicas para conseguir un mejores resultados.
Resumiendo, el ácido hialurónico utilizado en estética facial sirve para:
- Mejorar los surcos.
- Eliminar algunas arrugas.
- Rellenar los volúmenes que se han perdido con la edad.
- Delinear el borde de los labios.
- Reponer el volúmen perdido de los labios.
- Mejorar la tersura de la piel (Skin Booster).
- Eliminar algunas marcas de acné.
- Rellenar o corregir algunos defectos posteriores a cirugías, traumatismos o cicatrices
El secreto es mejorar los surcos y reponer los volúmenes perdidos, pero nunca sobrerrellenar o aplicar de más. Usando productos de alta calidad, aplicándolos en sitio y forma adecuada y en manos de un profesional ampliamente entrenado se consiguen excelentes resultados, otorgando un aspecto de mucha frescura y naturalidad.