por Dr. Pedro Rovere, Médico Dermatólogo
Podemos definir al Drenaje Linfático Manual como una serie protocolizada de maniobras manuales muy suaves que se realizan con el fin de drenar o desplazar la linfa que, por cualquier causa patológica, se encuentra estancada en territorios linfáticos sanos para su evacuación normal hacia el torrente venoso.
El DLM consiste en activar y mejorar la circulación de la linfa. La linfa está formada por un líquido blanquecino espeso, producto de los desechos del metabolismo de distintas substancias del organismo y constituido en gran parte por proteínas de alto peso molecular.
La linfa transcurre por los vasos linfáticos, paralelamente a los vasos sanguíneos y termina volcándose en el sistema venoso. Los edemas en la celulitis se producen cuando el sistema linfático no es capaz de depurar esas substancias, o sea, se estancan. Es en estos casos cuando el DNM es un tratamiento complementario muy útil para asociar a las otras terapéuticas anticelulitis, como las vendas frías, vendas con algas microestalladas, mesoterapia, fosfatidilcolina, VelaSmooth, entre otros.
EFECTOS
- Estimula la reabsorción de la linfa acumulada.
- Disminuye el líquido atrapado por debajo de la piel.
- Estimula la circulación venosa.
Primero se deben realizar maniobras para evacuar los colectores linfáticos. Seguidamente, deben aplicarse maniobras de reabsorción para facilitar la reabsorción de proteínas acumuladas a nivel de los pequeños vasos linfáticos. Esta última maniobra se realiza con técnicas especiales de masaje, ejerciendo una leve presión, desde el área distal hacia la proximal.
Para drenar los miembros inferiores, por ejemplo, el paciente se ubica acostado con sus piernas elevadas 15 centímetros con un rodillo o almohadón.
El contacto de la mano del terapeuta con el paciente será suave, agradable y global.
INDICACIONES DEL DLM
- Celulitis edematosa, con el objetivo de favorecer y estimular la circulación de retorno venoso y linfática.
- Insuficiencia venosa crónica en miembros inferiores.
- Edemas de origen venoso.
- Luego de cirugías de lipoaspiración, lipoescultura, cirugías mamarias, etc.
En realidad, no hace falta sufrir ninguna de las afecciones anteriormente mencionadas para recurrir a un DLM. Recibir un masaje de DLM es un placer y un beneficio en cualquier circunstancia.
A los pocos minutos, se nota cómo nuestro cuerpo descansa, se siente un relax y una calma muy agradable. Después del DLM se sienten las piernas mucho más descansadas y livianas. Es recomendable, también, hacerlo en situaciones de estrés laboral, luego de muchas horas de permanecer sentados en la oficina o en situaciones de sedentarismo.
Es recomendable ingerir abundantes líquidos, comer sano y caminar para ayudar la circulación linfática y venosa. También, complementar con actividad física acorde a la estructura física, situación y edad de cada persona, evitando los ejercicios donde haya mucho impacto.
En nuestros consultorios, la cosmiatra Roxana Ortiz es quien está a cargo de los tratamientos de DLM.
Fuente: Dermato Estética. Gotlib et Al. 2005.