por Dr. Pedro Rovere, médico dermatólogo
Está indicado en personas de más de 40 años con la idea de mejorar la textura de la piel, dándole más firmeza, tonicidad y brillo.
La aplicación es bien tolerada, rápida y no requiere de anestesia, pudiendo el paciente reincorporase inmediatamente a sus actividades diarias.
El mesoglow no deja marcas en la piel. Se aconseja de 4 a 6 sesiones con una frecuencia semanal.
Durante el tratamiento, se pueden aplicar y combinar distintas sustancias:
- Vitamina C: es uno de los antioxidantes naturales más potentes. Aumenta la calidad del colágeno y neutraliza los radicales libres que envejecen la piel. También tiene efecto despigmentante al inhibir la melanina.
- Ácido hialurónico: tiene alta capacidad de atrapar moléculas de agua hidratando u manteniendo elásticas las capas de la dermis. Previene los signos de envejecimiento.
- DMAE (dimetilaminoetanol): tiene efecto tensor. Le otorga firmeza a la piel al estimular el colágeno y la elastina. Mejora la elasticidad y la apariencia de la piel en casos de flaccidez.
- Argireline: previene la formación de arrugas causadas por la contracción de los músculos de expresión facial. Se aplica en el tercio superior de la cara. Tiene acción similar a la toxina botulínica.
- Furfuriladenina: mejora el aspecto de la piel al brindar mas brillo y aumentar el grado de hidratación. Actúa en los procesos anti-envejecimiento.
- Ácido retinoico: interviene en las funciones de la vitamina A impidiendo la formación de excesiva queratina (responsable de una piel gruesa y opaca). Por lo tanto brinda un aspecto de mucho brillo y lozanía a la piel.
El mesoglow es un tratamiento ideal para mejorar el aspecto de la piel y se puede combinar con otras terapéuticas según las necesidades del paciente.